Dos pilares nos ayudarán en todo el proceso:
– Aprendizaje global: que el alumno “sepa” y “sepa hacer” con el fin de conseguir la adquisición de conocimientos, habilidades, destrezas y valores.
– Protagonismo: el alumno se sentirá parte del proceso y, por tanto, agente activo cuando esté motivado para trabajar con todos los sentidos en el aula (decir, escuchar, leer, ver y sentir), descubrir, razonar, pensar de manera crítica y experimentar.
- Que el alumno comparta con sus compañeros sus ideas, pensamientos, razonamientos… de manera que encuentre la necesidad de trabajar en equipo y de apoyarse en sus iguales para conseguir aquello que desea aprender.
- Que el espacio principal de aprendizaje sea la clase a través de la adquisición de contenidos: saber y de competencias: saber hacer (exposiciones, trabajos, esquemas, mapas conceptuales, videos…) y, por supuesto, saber estar (valores).
Toda esta necesidad se refleja en el uso, de distintas metodologías y experiencias que se llevarán a cabo en el aula para conseguir este aprendizaje autónomo y activo por parte del alumno.